jueves, 26 de mayo de 2011

Hermanos gemelos con un mes de diferencia

Ésta es una historia de preocupación, sudor y esperanza. Dos bebés gestados en el mismo embarazo han nacido con un mes de diferencia entre ellos, en partos ambos prematuros. En el Hospital Mangiagalli de Milán, Nadia Rizzi ha debido de pasar lo indecible: parir dos veces en el espacio de un mes, y temiendo por la vida de sus pequeños.

Gregorio, el primero en nacer, sólo esperó a la semana 24 de gestación (apenas en el quinto mes). Tenía sólo 650 gramos de peso e inmediatamente fue atendido en cuidados intensivos, pasando las primeras diez semanas de su vida en incubadora. Justo un mes después, el 18 de abril, quiso nacer su hermano Leonardo, con un peso bastante mejor (1,5 kg).

Los gemelos comparten el útero en un mismo embarazo, ya que usualmente, aunque no necesariamente, son concebidos a la vez y nacen casi al mismo tiempo. Pueden darse horas, a veces un par de días entre los partos. Pocas veces se ha visto que la distancia entre el primero y el segundo, en un parto doble, fuese de treinta días, y ¡exactos!
Desde el principio fue un embarazo complicado. Habitualmente en estos casos, la prioridad es salvar al menos al bebé más fuerte. En este proceso, los pequeños han aguantado muy bien incluso siendo tan adelantados. Además de la enorme casualidad, ha supuesto un reto médico, puesto que los asistentes al primer parto tenían que cortar el cordón umbilical del pequeño y permitir que continuara la gestación para el segundo. Hubo que administrar a la madre medicamentos que bloquearan las contracciones, así como antibióticos, para asegurarse de que el bebé podría seguir creciendo y alimentándose sin problemas.
Los embarazos múltiples resultado de las técnicas de reproducción asistida son cada vez más frecuentes, y tienden a tener partos prematuros. ¿Cómo habrá sido para Leonardo quedarse solo después de haber crecido en compañía de su hermano durante 24 semanas? Ahora, aunque en el hospital, están felizmente sanos.

martes, 26 de abril de 2011

Viajar embarazada

No está contraindicado que una embarazada se desplace, pero es preciso tomar medidas para que el desplazamiento sea cómodo y se minimicen los posibles contratiempos.

Durante el embarazo son habituales molestias como náuseas, sensación de pesadez y de hinchazón, la necesidad de orinar frecuentemente, una piel más sensible, el estómago más delicado y otro sinfín de eventualidades que pueden desanimar a cualquier mujer en este estado a emprender un viaje. Sin embargo, nada contraindica que a partir de la semana 12 y hasta la 30, la embarazada pueda disfrutar y relajarse mientras hace turismo. Los consejos principales son relativos al confort en viajes largos: llevar ropa holgada, elegir los asientos más amplios y tranquilos, dar paseos o hacer ejercicios para activar la circulación sanguínea y contar con un buen equipaje de mano que incluya accesorios como tapones, cojines o mantas, así como recursos para amenizar el recorrido (libros, pasatiempos o auriculares, entre otros).
Son tres las principales premisas que hay que tener en cuenta: elegir un medio de transporte en el que la embarazada se sienta a gusto -conducir provoca una ansiedad innecesaria-, informar al conductor o a la empresa de transporte sobre el embarazo y cuidar cada detalle para un desplazamiento cómodo y relajado. Los especialistas en salud maternal recomiendan evitar el primer trimestre de embarazo y los meses en los que un parto prematuro sea posible. Solo hacen un inciso: después de una amniocentesis, que se realiza alrededor de las 16 semanas, es aconsejable no viajar hasta una semana después.

Objetivo del viaje: disfrutar

Es necesario llevar siempre a mano los datos clínicos del embarazo - historial y medicamentos recetados que se toman de forma habitual-, así como los teléfonos del médico, del centro de salud maternal y de los contactos a quienes recurrir en la ciudad de destino en caso de emergencia. Viajar acompañada da la tranquilidad de no tener que enfrentarse sola a una posible complicación del embarazo. El objetivo del viaje tiene que ser relajarse y la prioridad, evitar cualquier circunstancia que genere ansiedad y que, por tanto, pueda perjudicar al feto.
Por este motivo, conviene elegir el medio de transporte en el que más a gusto se sienta la embarazada. El barco es el primero que se debe descartar si es susceptible al mareo. En caso contrario, un crucero no supone ningún problema, salvo en un embarazo de riesgo. La limitación, igual que en el resto de opciones de transporte está en la 30ª semana de gestación, por las posibles complicaciones a partir de esta fecha.
Cuando se planifica el viaje hay que informar a la compañía y asegurarse de la atención sanitaria a bordo. El tren, el autobús y el avión, en cambio, cuentan con ventajas y desventajas que habrá que estudiar de manera detenida.

 

El avión, más rápido y cómodo

Después de una amniocentesis, que se realiza alrededor de las 16 semanas, es aconsejable no viajar hasta una semana después
Un embarazo no es la circunstancia más adecuada para pasarse horas en un vagón o autocar. El avión, por su rapidez, es la mejor opción para emprender largas distancias (se evitará en caso de padecer aerofobia). Sin embargo, las gestantes son población de riesgo de sufrir el "síndrome de la clase turista", es decir, una trombosis venosa profunda. El aumento del volumen del vientre dificulta el retorno venoso de las extremidades inferiores. Por ello, si se elige esta opción de viaje, hay que cuidar de forma especial las malas posturas, hacer ejercicios para reactivar la circulación sanguínea y disminuir la hinchazón de los tobillos y dar frecuentes paseos (cada hora) por el pasillo del avión. Una ventaja es que el personal de vuelo propone recursos, ayuda a llevar el equipaje y facilita bebidas o infusiones.
En las cabinas de los aviones actuales, al estar presurizadas, no hay una reducción en el oxígeno que se respira. En cambio, esta disminución de oxígeno sí se registra en aeronaves pequeñas y avionetas, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardiaca de la madre y del feto. En embarazos complicados o gestantes con hipertensión arterial, diabetes, embarazos múltiples o retardo del crecimiento intrauterino, no se recomiendan vuelos a más de 3.000 metros de altura.
Por lo tanto, si se quiere viajar en avión, habrá que informarse sobre si la cabina está presurizada y preguntar al médico si hay alguna complicación que desaconseje volar. En cambio, los detectores de metal por los que hay que pasar antes de embarcar no son perjudiciales para el feto. Pero como es esencial la tranquilidad de la madre, si le preocuparan esas radiaciones, puede solicitar que el personal femenino le registre. También es útil reservar con antelación un asiento en el pasillo o en las primeras filas para tener más espacio para moverse.
Utilizar ropa holgada y cómoda, zapatos bajos fáciles de poner y tener a mano alguna prenda de abrigo son algunas recomendaciones que ayudan a pasar mejor el trayecto. Por último, los especialistas desestiman la medicación que evita el jet-lag y sugieren que es preferible adaptarse poco a poco, antes de emprender el viaje, a la zona horaria del destino. Desde l'Associació Catalana de Llevadores (comadronas) aconsejan que si se viaja en avión a partir de las 35 semanas, se pida información a la compañía aérea, ya que cabe considerar el riesgo que suponen los vuelos de larga duración, sobre todo, los transoceánicos.

Autobús y tren, dos opciones por tierra

Frente al autobús y el coche, el tren es una elección muy recomendable con numerosas ventajas. Durante el trayecto, la embarazada puede moverse, estar de pie y caminar. También hay posibilidad de viajar de noche y aprovechar los trayectos para dormir en un coche-cama. Para trayectos largos, los trenes disponen de baño, cafetería y espacio para pasear. Renfe permite viajar hasta una semana antes de salir de cuentas, pero hay que presentar la autorización médica.
La mayor ventaja del autobús es tal vez la proyección de películas, que hace más llevadera la travesía. Alguna flota, sobre todo en itinerarios interurbanos, dispone de servicios VIP con asientos más cómodos, con más espacio, baño, bebidas y una azafata que atiende las necesidades de los pasajeros. Los trayectos cortos no plantean problemas, siempre que el firme de la carretera sea correcto y no haya aglomeraciones. En viajes interurbanos, es mejor avisar a la compañía del estado gestacional.
Si se viaja en coche, ante todo, se recomienda el uso del cinturón de seguridad. Un estudio realizado en la Universidad de Michigan (EE.UU.) concluyó que la mayoría de lesiones graves en gestantes se registraban en quienes no lo llevaban en el momento del accidente. Al usarlo, una mujer embarazada reduce hasta un 84% el riesgo de muerte o lesión fetal grave. La manera más adecuada de usarlo consiste en colocar una banda inferior por debajo del abdomen y ajustarla por encima de las caderas. La banda diagonal se coloca sobre la clavícula y entre los pechos. Después de la 30ª semana, hay que viajar siempre acompañada.

CONTRA EL MAREO Y LA INCONTINENCIA

Si las náuseas son habituales en algunos meses del embarazo, la gestante será más propensa a marearse en un viaje. Los chicles de Biodramina no están contraindicados para las embarazadas pero, aún así, es mejor preguntar al médico qué remedio es el más conveniente. La necesidad de orinar a menudo es frecuente en las gestantes, por lo que es importante elegir un medio de transporte con baño y, si no lo tiene, acudir al servicio en todas las paradas. Aunque no debido a los tan populares antojos, es fundamental llevar comida en el bolso porque los alimentos que se sirven en el avión o cafetería del tren, incluso los snacks que se reparten en algunos autobuses, pueden agravar las náuseas o provocar ardor. Una botella de agua mineral ayudará a no deshidratarse, sobre todo, en el avión.

lunes, 25 de abril de 2011

Posiciones para aliviar el dolor

Existen diferentes posiciones que pueden ayudarte a tener un parto más placentero. Es importante que, a pesar de los nervios y la ansiedad, te tranquilices, te concentres en tu cuerpo y en tus sensaciones para poder detectar en qué posición te sientes mejor.

Opciones para la etapa de dilatación:
Puede ser que prefieras inclinarte en una cama o acostarte en posición semi-horizontal, apoyando tu espalda sobre almohadones. Tal vez te sirva sentarte en una silla o caminar de un lado a otro tranquilamente. También puedes probar arrodillándote sobre un almohadón. Incluso, aunque es menos común, algunas mujeres adoptan la posición “perrito”, en cuatro patas. También es recomendable que sostengas tu cabeza y tus brazos sobre algún apoyo, o con la ayuda de alguien para poder relajarte mejor entre contracciones. Es recomendable, en este momento, que puedas contar con la compañía de tu pareja, tu mamá, o alguna persona cercana en quien confíes. Eso te permitirá estar más tranquila y segura. Si no te sientes cómoda en alguna posición, intenta cambiarla por otra hasta encontrar la más adecuada para ti.

Opciones para la etapa de pujo o parto:
Puedes adoptar posiciones verticales (en cuclillas o semi-cuclillas), ya que facilitan la separación de las articulaciones entre los huesos de la pelvis. Es posible que esta posición ayude a tu bebé a descender por el canal de parto.
En el momento en que tu bebé está por salir, puede ser que te convenga adoptar una posición más reclinada, ya que permitirá al equipo que te asista controlar mejor el parto.
La posición que adoptes dependerá fundamentalmente de cómo te sientas y de las indicaciones del equipo médico y/o partera. No dudes en consultarle a tu médico todas las dudas que tengas respecto al parto, ya que es fundamental que llegues a este momento lo más tranquila y segura posible.

jueves, 31 de marzo de 2011

Como generar hábitos de sueño en tu bebe de 7 a 12 meses

Ahora sí tu bebé está listo para comenzar a adquirir hábitos de sueño ordenado. Si bien cada niño tiene un ritmo de maduración distinto, tú te vas a dar cuenta cuando tu bebé está preparado para dar este paso. Aquí encontrarás algunas ideas que pueden ayudarte en esta transición.
1. Diseñar una rutina que rodee a las horas de sueño: un horario para el baño, un horario para la última comida, un horario para ir a la cama.
2. Preparar el entorno para ese momento. Ir apagando las luces, bajando la música, cerrando las ventanas.
3. Elegir un horario para acostar al bebé que sea posible de cumplir.
4. Crear un ritual para irse a dormir: puede ser el beso de las buenas noches, siempre demostrando afecto y a la vez dando la sensación de que el período que se inicia es de calma y de preparación para el día siguiente.
5. Acostar al bebé cuando todavía está despierto y acompañarlo con canciones y cuentos sencillos.
6. Apoyar la mano en el sacro del bebé, que es la zona al final de la espalda y junto antes de la cola, ya que esto le brinda contención y una sensación de alivio.
7. Es importante verificar si la presencia del adulto que lo lleva a dormir es conveniente o contraproducente. A veces cuando estamos absorbidos por las preocupaciones o por la ansiedad de que se duerma enseguida, somos un problema más que una ayuda. En algunos casos, tal vez convenga quedarse 5 minutos, darle un beso y decirle que lo vamos a dejar tranquilito para que se duerma.
8. Cuando el bebé se despierta para comer a la noche, es conveniente mantener el clima de paz en el que se había dormido. No encender luces, ni hacer demasiado ruido para darle a entender que este es un breve intervalo en su sueño.
9. Cuando el bebé se despierte a la noche es muy importante mantener siempre el mismo patrón para calmarlo. Darle palmaditas, mecer la cuna, cantarle alguna canción, son efectivos recursos que al ser repetidos siempre generan en el bebé una sensación de seguridad.

lunes, 14 de marzo de 2011

El dibujo y las etapas de los niños

Dibujo infantilEl dibujo es una de las formas de expresión más antiguas de la humanidad. Se utiliza el dibujo como una forma de comunicación desde la prehistoria, cuando los primeros hombres, a través de pequeñas figuras, dibujadas en rocas y en las paredes de las cuevas, manifestaban sus ideas y pensamientos entre sí. Al principio, usaban los dibujos para comunicarse, para expresar opiniones, ya que todo el mundo era prácticamente iletrado. Los dibujos funcionaban como escritura. Con el tiempo, el dibujo fue ganando nuevas formas, nuevos trazos, y se fue perfeccionando hasta la realidad actual. El dibujo es, por lo tanto, una representación gráfica de un objeto real o de una idea abstracta.

El dibujo y las etapas de los niños

El dibujo es, casi siempre, la primera gran obra de los niños. Representa su primer gran tesoro expresivo ya que, a través de los dibujos los niños dicen muchas cosas de sí mismos. Puede ser que esta sea la razón por la cual muchos padres estén cada día más interesados por los dibujos que hacen sus hijos. El dibujo se puede convertir, en algunos casos, en el termómetro del estado de ánimo del niño, ya que traduce lo que el niño siente, piensa, desea, o lo que a él le inquieta, le hace alegre o triste.

Cada niño es un mundo y eso se ve en sus dibujos. Si pides a un grupo de niños que dibuje a una casita en el campo, todos los dibujos saldrán distintos. Pueden parecerse en algo, pero jamás serán iguales. Además de eso, hay que considerar que los dibujos también siguen algunas etapas que podríamos señalar como:

- La etapa del garabato - de los 3 a los 6 años de edad
- La etapa del esquema - de los 6 a los 9 años de edad
- La etapa intermedia - de los 9 a los 12 años de edad
- La etapa de la reproducción fiel - de los 12 a los 14 años de edad
- La etapa de la representación espacial - a partir de los 14 años de edad.

Psicomotricidad

El dibujo es una actividad espontánea y como tal hay que respetarla y considerarla como la gran obra de los niños. Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana edad, algún contacto con el lápiz y el papel. Empezarán con garabatos, y luego estarán dibujando formas más reconocibles. Cuanto más dibujen los niños, mejor dibujarán, y más beneficios se notará en su desarrollo. El dibujo facilita y hace evolucionar el niño en:

1- Psicomotricidad fina
2- Escritura y la lectura
3- Confianza en sí mismo
4- Expresividad de emociones, sentimientos y sensaciones
5- Comunicación con los demás y consigo mismo
6- Creatividad
7- Formación de su personalidad
8- Madurez psicológica

lunes, 7 de marzo de 2011

Peso y talla

Mantenerse al tanto del peso y de la talla del bebé es importante. Existe un patrón del desarrollo físico del bebé estandarizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para todos los sistemas públicos y privados de salud del mundo. Los pediatras, como sabes, lo primero que hacen con tu bebito cuando le llevas a la consulta es pesarlo y medirlo. Tú no eres pediatra, pero conociendo lo que se espera de un bebé normal podrás advertir oportunamente cualquier desajuste que pudiese presentar tu bebito o tendrás una referencia clara y tranquilizadora de que todo marcha bien.

Algunas madres se obsesionan con el crecimiento y el peso de sus bebés. Pero esto generalmente sucede porque ellas quieren verlos convertidos en hombres y mujeres cuando todavía están lactando y no manejan los patrones de peso y talla adecuados. Sólo cuando observes que tu pequeñín se aleja mucho de esos patrones, ya sea por exceso como por defecto, tendrías que acudir al especialista. Te recomiendo que no te dejes influir por lo que dicen otras madres de sus hijos, porque no todos los bebés desarrollan igual. La resultante que conforma ese patrón de que estamos hablando es ideal y no casuística, pues tanto el peso como la talla dependen de muchas cosas. Por tanto, como casi todo en materia de bebés, esta es una orientación y no algo inmutable.

En el desarrollo del bebé tiene una importancia extraordinaria el origen étnico, pues la genética establece diferentes parámetros para las diferentes culturas, lo que tiene que ver con su alimentación y su hábitat en general. También influye la herencia genética concreta de los padres, que es un factor de primer orden a tomar en cuenta. Asimismo, la forma y la calidad de la alimentación del propio bebé establecen otro ritmo de desarrollo. Muchos gorditos son el resultado de una mamá de aquellas que ya te mencioné.

En fin, los datos que te ofrezco en la tabla que aparece al final es lo más científico que se pueda aportar en este asunto, cambiante y con demasiadas influencias particulares. Son datos tomados de un estudio realizado ya hace cinco años por la OMS y son estos, y no otros, los que debes cotejar. Te recomiendo que evites la “adicción” al fichaje. Es inútil hacerlo con demasiada frecuencia, pues el aumento de la talla y el peso es imperceptible en ese lapso y tal vez estés tomado nota del peso de la leche que con que tu bebé acaba de cargar su barriguita. Basta con que lo hagas una vez al mes, que es la tercera parte de los períodos trimestrales de medición.

De igual forma te recomiendo que no adoptes remedio alguno por tu cuenta. Si adviertes que tu bebito no alcanza los parámetros de desarrollo del período que le corresponda, no intentes reforzar su alimentación, sobre todo si está comiendo lo que el médico te ha indicado. En el caso contrario, sería imperdonable la iniciativa de una “dieta”.

Por último, deseo precisarte que este patrón universal puede tener variantes en cada país donde se hayan hecho estudios similares al de la OMS; incluso, dentro de un mismo país esos datos no se comportan de manera homogénea. Si acaso fuera de tu interés una precisión ajustada a tu lugar de residencia, no vaciles en comentarlo con el pediatra de tu bebé y hacer las correcciones pertinentes en la tabla anexa.

Esta es una tarea grata. Cada vez que la cumplas podrás ver lo que es imposible percibir a diario. Lleva tus propias mediciones periódicas la próxima vez que visites al pediatra. No le molestará en lo absoluto la colaboración de mamá con su trabajo.